Conservación de Tigres y Derechos de los Pueblos Indígenas

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Detrás de la conservación activa de India y la recuperación de la población decreciente de tigres, persisten los problemas y casos de anomalías denunciadas, irregularidades y flagrantes violaciones de los derechos, la violencia policial, la tortura, la presentación de acusaciones falsas contra los pueblos indígenas y su desalojo forzoso. 

Con el lanzamiento del Proyecto Tigre en abril de 1973 para promover la protección y el manejo de los tigres, que inicialmente incorporó nueve reservas de tigres que abarcaban 18.278 km², 41.086 familias que vivían dentro de estas reservas en 496 aldeas eran vulnerables al desplazamiento. Hasta el día de hoy, los Pueblos Indígenas y las comunidades locales continúan siendo expulsados de sus tierras ancestrales en nombre de la conservación.

A pesar del progreso significativo en la conservación de los tigres, India  es el único país donde la población de tigres crece en comparación con otras naciones, donde se ha estancado o está disminuyendo, alrededor de 18.493 familias fueron reubicadas y desplazadas de 215 aldeas en toda India. Pranab Doley, defensor de los derechos humanos de los pueblos indígenas, es consciente del “lavado verde” del Proyecto Tigre. Recientemente ayudó a organizar una movilización como reacción a la celebración de los 50 años de conservación por parte del gobierno indiano en medio de numerosas violaciones de derechos humanos contra los pueblos indígenas y comunidades. Debido a su participación activa en la exposición y oposición al proyecto, ha sido hostigado y difamado por el Estado.

Doley comenzó a trabajar con agricultores, trabajadores y pueblos indígenas en Assam, en el noreste de India, después de terminar sus estudios en la universidad. Pertenece a la comunidad tribal Mising, que cuenta con unos 7 millones de personas. Ha estado trabajando en el tema de los derechos sobre la tierra, en particular de aquellos que se han asentado en el Parque Nacional de Kaziranga, no se les han dado títulos de propiedad y en cambio, el gobierno ordenó el desalojo. Se le informó sobre las violaciones de los derechos humanos derivados de la militarización del parque nacional para proteger al rinoceronte de un cuerno. Un tema crítico que planteó fue el asesinato de individuos de la comunidad periférica que fueron acusados y asesinados como cazadores furtivos. Remitieron el caso a la Comisión Nacional de Derechos Humanos de India y trabajaron en este caso en 2016. La BBC y los medios nacionales divulgaron su historia, pero también comenzó el acoso y la intimidación.

Además de los desplazamientos, se han registrado varios casos de desalojo forzoso y criminalización. Se relataron casos en los que el departamento forestal, junto con la agencia de conservación de la vida silvestre y las fuerzas de protección del tigre, hostigaron a las familias y a los líderes comunitarios que denunciaron el desplazamiento de sus comunidades. Muchos líderes tribales fueron acusados de casos falsos; otros han sido torturados y asesinados para amenazar y obligar a las comunidades a aceptar las condiciones de reubicación. El dinero de la compensación por los paquetes de reubicación a menudo es corrompido por los funcionarios forestales. La evidencia también muestra que los pueblos indígenas son utilizados como chivos expiatorios en actividades de caza furtiva para proteger al sindicato organizado de cazadores furtivos con la ayuda de políticos y del departamento forestal.

Doley solicitó el apoyo al Fondo de Defensa Legal y Refugio de la Organización Internacional por los Derechos de los Pueblos Indígenas (IPRI) cuando se enfrentó a la criminalización y la intimidación por parte del Estado. Doley se enfrenta a cinco casos penales, dos de los cuales han sido archivados. Fue absuelto en los tribunales de distrito y subdivisionales, pero en el último trimestre de 2022 se presentaron dos nuevos casos contra él.  Solicitó un nuevo pasaporte en 2021 en el Ministerio del Interior, pero su pasaporte fue retenido hasta mayo de 2023. El Ministerio del Interior cuestionó su nacionalidad.

Él cree que se trata de una represalia del gobierno  a su activismo y al segundo  lugar obtenido en las elecciones locales, donde fue candidato de la oposición por el Partido Comunista de India. Participó en las elecciones a la Asamblea en el gobierno estatal, donde el partido gobernante se vio amenazado por candidatos nuevos y jóvenes. Tenía la esperanza de que al participar en las elecciones locales adquiriría inmunidad frente a la intimidación, pero ha sido detenido cuatro veces desde las elecciones de 2021.

Doley cuenta con todo el apoyo de su comunidad y valora las estrechas relaciones que tiene con ellos. Afirma: "El gobierno solo sirve a sus propios intereses". Sospecha que el gobierno está involucrado en prácticas organizadas de caza furtiva. Dice: "El acoso a través de acusaciones falsas es una estrategia clásica para restringir a las comunidades marginadas y silenciar las voces de los pueblos indígenas". Doley y otros críticos temen principalmente los casos de asesinatos bajo custodia policial en los últimos dos años.

Planteó activamente temas en plataformas nacionales e internacionales y ha sido víctima de criminalización, en particular de la demanda estratégica contra la participación pública, SLAPP (Strategic Lawsuits Against Public Participation, para disuadirlo de alzar la voz. Las demandas SLAPP en su contra incluían a personas cercanas a él.

El problema planteado por Pranab Doley pone de relieve el modelo de conservación de fortalezas en India que se ajusta a áreas protegidas, donde los ecosistemas están libres de interacciones humanas. Este modelo de conservación se basa en un enfoque colonial y discriminatorio, ha sido la principal razón de la violación de los derechos de los Pueblos Indígenas y otras comunidades locales que viven en estas áreas. Han sido atacados y culpados de la pérdida de ecosistemas y la destrucción del medio ambiente, a pesar de su lucha constante para proteger los bosques y la biodiversidad contra las corporaciones y el Estado. "Nosotros, los pueblos indígenas, hemos hecho enormes sacrificios para proteger el medio ambiente, mientras que los intereses comerciales y corporativos dentro de los bosques, como la minería, son ignorados por el gobierno", dice Doley.

Él espera con vehemencia que los disfraces utilizados, como como "conservación de la vida silvestre" o "conservación de la biodiversidad", dejen de destruir vidas, medios de subsistencia, cultura y sistemas ecológicos de los pueblos indígenas que viven incluso más allá y alrededor de las áreas protegidas declaradas.

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