Por Anabela Carlón, coordinadora de investigación de IPRI México
Buenas tardes. Agradezco la oportunidad de tomar la palabra
Los impactos de los proyectos de desarrollo sobre los derechos humanos de los pueblos indígenas, en particular en las mujeres, es el despojo. Éste no sólo es material; también inmaterial, y afecta de diversas formas a la tierra, a los cuerpos, al espirítu o conciencia colectiva.
Muchos son los proyectos de desarrollo que han afectado a los indígenas, pero hay algo de la historia oral que señala que durante la diáspora del pueblo yaqui hacia los estados del sur de México, las mujeres fueron separadas de sus hijos porque ellas les inculcaban el odio hacia los mestizos. Por lo menos eso es lo que describen algunos partes militares.
Debido a esta afrenta, las mujeres yaquis no se sienten o sentían excluidas en sus derechos al territorio y acceso a los recursos naturales, ya que, al igual que su par, fueron exiliadas por defender la tierra, el agua, la cultura.
En los últimos diez años, dos grandes proyectos han impactado al pueblo yaqui: un acueducto (2010) y un gasoducto (2014). Ambos casos se dieron sin una consulta y con un aumento de la violencia, desapariciones, estigmatización y criminalización, además del desconocimiento del desempeño y liderazgo de la mujer en la defensa de su territorio, recursos naturales, gobierno y sistemas normativos. Porque ellas cuestionan los derechos de la tierra, el futuro colectivo y defienden el espíritu colectivo.