26 de marzo de 2023. La existencia de las futuras generaciones, y particularmente la de los pueblos indígenas, se juega en el manejo del agua, en el contexto de crecientes desastres naturales y el cambio climático. Ante ello, debe afirmarse el respeto a los derechos de los pueblos indígenas y voltear hacia su conocimiento y sus experiencias, coincidieron destacados activistas indígenas durante el webinar Promoción de un enfoque basado en los derechos y los ecosistemas para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda de Acción para el Agua.
El seminario, que fue un evento paralelo a la UN Water Conference, fue organizado por Asia Indigenous Peoples Pact (AIPP), Right Energy Partnership with Indigenous Peoples (REP), el Indigenous Peoples Major Group for Sustainable Development, y Derechos de los Pueblos Indígenas Internacional (IPRI). Su objetivo fue destacar los retos clave que enfrentan los pueblos indígenas en relación con la conservación del agua dentro de sus territorios, así como sus contribuciones para enfrentar la crisis de este elemento y del clima. Esto incluye el manejo de recursos y asegurar el acceso al agua potable, así como apoyar los modos de vida sustentables.
“Para los pueblos indígenas, el agua es vida, el agua es sagrada, el agua es sustento, el agua es para todas las generaciones. El agua no es una mercancía para obtener ganancias, sino un bien común para compartirse responsablemente”, señaló durante la presentación Joan Carling, Kankanaey Igorot de Filipinas y directora ejecutiva de IPRI. Ella señaló que, cuando se habla de un enfoque basado en derechos y en ecosistemas, se habla de la seguridad de los derechos de los pueblos indígenas, de las mujeres, de las comunidades, de los pequeños agricultores y de los pescadores, así como de atender al carácter de interrelacionalidad de la naturaleza como base de las acciones por el agua.
Prabindra Shakya, de la comunidad indígena Newar de Nepal, advirtió que el desarrollo de grandes represas sí afecta a las comunidades y no es tan “verde” como quieren mostrar. Entre los impactos identificados están: la falta de participación de los pueblos indígenas en la planeación de los proyectos, así como la falta de consentimiento previo, libre e informado; el despojo de recursos de las comunidades indígenas, habitualmente seguido por el desplazamiento forzado; la pérdida de cultura e identidad asociada a la pérdida del agua y el territorio; las represalias contra los líderes indígenas que encabezan la defensa de sus territorios; y los impactos ambientales y las prácticas poco éticas en la implementación de estos proyectos.
Agregó que un problema relacionado con esto es la falta de reconocimiento oficial de los pueblos indígenas como tales, o la falta de respeto a sus derechos.
Elias Sakau, Masai de Kenia, desarrolló la dramática situación que están enfrentando las comunidades indígenas debido a la sequía sin precedentes en el Cuerno de África. La muerte por sed del ganado -que es un patrimonio familiar- ha lanzado al hambre a las comunidades. Y, aunque hay legislación que protege a los pueblos indígenas, los programas implementados no parten de la realidad de las comunidades y no están aliviando la situación. Por ejemplo, se dan fertilizantes, pero los pastores no son agricultores, además de que la sequía impide que se siembre.
La destrucción de lugares de captación de agua en el Bosque Mao y la minería de arena están contribuyendo a la sequía, contrastando con las prácticas indígenas sustentables de no acumular y reducir la huella ecológica, indicó.
Leonidas Iza Salazar, Kichwa Panzaleo y dirigente de la CONAIE de Ecuador, expuso los daños que está causando la minería a los territorios indígenas con zonas hídricas altamente biodiversas. Recordó que unos de los puntos clave de la movilización indígena de 2022 fue el del extractivismo minero y el derecho a la consulta previa, libre e informada. Sin embargo, apuntó, el gobierno no ha cumplido con emitir una ley en la materia y sí ha permitido que los militares se vuelvan las guardias privadas de las mineras.
Rojieka Mahin, Dusun de Malasia, expuso como una experiencia sustentable la instalación de micro represas en comunidades indígenas, basadas en un sistema inverso a la corriente que depende del caudal disponible. Esto, indicó, controla mejor la energía y los recursos, promueve la conservación y tiene en cuenta los elementos espitiruales y culturales de los pueblos. Además, promueve la supervivencia de los ecosistemas y se basa en tomar sólo lo que se necesita.
Resaltó la importancia de reconocer el papel y la contribución de los pueblos indígenas a las prácticas de conservación, así como el respeto a sus derechos, territorios y recursos.
Johnson Jamet, de la comunidad Mukkuvar de la India, señaló que para su trabajo con pueblos indígenas costeros realizaron documentación que dio cuenta de su larga historia de resistencia y de la ciencia indígena. Ésta es muchas veces superior a la occidental, especialmente en lo que tiene que ver con recursos locales, señaló. Consideró que es importante contar con medios de comunicación indígenas para visibilizar las historias, lenguajes y prácticas propias, así como modelos sociales de negocio que provean de empleos. También la participación de los indígenas en todos los aspectos relacionados con sus vidas y la adaptación de tecnologías para proteger los ecosistemas.
Ante las preguntas de los asistentes, las y los ponentes consideraron que, para enfrentar a los lobbys empresariales que se imponen en las cumbres climáticas, es necesario exigir rendición de cuentas y la imposición de sanciones a las empresas; adoptar políticas de zonas prohibidas; exigir como requisitos políticas obligatorias de debida diligencia y mecanismos de queja; aumentar la participación de pueblos indígenas a todos los niveles y buscar el reconocimiento de los pueblos indígenas como guardianes de los ecosistemas.